Adquisición y modulación de la microbiota grastointestinal de niños prematuros
- Moles Alegre, Laura
- Juan Miguel Rodríguez Gómez Director/a
- Leónides Fernández Álvarez Director/a
- Rosa del Campo Moreno Director/a
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 28 de septiembre de 2015
- Gustavo Ramón Domínguez Bernal Presidente/a
- Carmen Herranz Sorribes Secretario/a
- Margarita Medina Fernández-Regatillo Vocal
- Arjan Narbad Vocal
- Susana Delgado Palacio Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La colonización del tracto gastrointestinal es un proceso esencial iniciado en el útero materno y que aumenta drásticamente durante el parto y los primeros días de vida. El recién nacido prematuro suele mostrar una microbiota retardada o aberrante, debido a su inmadurez pero también al contacto con el ambiente hospitalario. Los estudios de colonización gastrointestinal se han centrado en el intestino; sin embargo, el estómago inmaduro carece de motilidad rítmica o periódica, presenta un vaciado gástrico lento y un alto pH, lo que también puede alterar el proceso de colonización. La disbiosis del tracto gastrointestinal del prematuro puede alterar la función de nutrición, de protección y de barrera de la microbiota, aumentando la susceptibilidad a padecer ciertas enfermedades. El análisis de meconio y heces de niños prematuros mediante técnicas de cultivo reveló la dominancia de estafilococos y estreptococos en las muestras de meconio y de estafilococos y enterococos en las muestras de heces. La presencia de lactobacilos y bifidobacterias fue escasa y la colonización por enterobacterias se inició en la primera semana de vida. Los resultados obtenidos por HITChip confirmaron la dominancia del filo Firmicutes en meconio y Proteobacteria en heces, siendo los géneros más abundantes Propionibacterium, Lactobacillus y Streptococcus en las muestras de meconio y Enterococcus, Bacteroides, Clostridium y diversas enterobacterias en las de heces. El estudio de la microbiota gástrica mostró la dominancia de los géneros Serratia, Klebsiella, Streptococcus, Staphylococcus, Lactobacillus y Corynebacterium. Las muestras de alimento de estos niños prematuros se recogieron tras su paso por la tubuladura que conecta con la sonda nasogástrica y mostraron un perfil bacteriano similar, aunque el género Staphylococcus fue mayoritario en las muestras de leche de la propia madre y Enterococcus en las de leche donada y fórmula. La presencia de los mismos grupos bacterianos en leche, contenido gástrico y heces se confirmó mediante técnicas moleculares. Distintos niños compartieron las mismas cepas, lo que sugiere su origen ambiental. Los sistemas de nutrición enteral que pueden actuar como un posible foco de contaminación de los alimentos y posteriormente el tracto gastrointestinal prematuro. Un análisis detallado de los grupos bacterianos dominantes mediante tipado por MLST, susceptibilidad a antibióticos y presencia de genes de virulencia, confirmó la presencia de clones de alto riesgo, propios del ambiente hospitalario. Sin embargo, la mayoría de estos clones habían sido sustituidos por bacterias con menor potencial patógeno cuando los niños cumplieron 2 años. El estudio microbiológico, bioquímico e inmunológico del calostro y leche de madres de niños prematuros reveló la adaptación de estas muestras a los requerimientos del recién nacido, como el elevado contenido en mio-inositol, un compuesto que parece tener un papel importante en la salud inicial del neonato y la mayor frecuencia y concentración de un amplio espectro de inmunocompuestos. La administración de las cepas probióticas Bifidobacterium breve PS12929 y Lactobacillus salivarius PS12934, aisladas de leche humana, a prematuros de peso muy bajo o extremadamente bajo al nacer condujo a una mayor presencia de Bifidobacterium y Firmicutes (principalmente Enterococcus y Lactobacillus) y a una disminución de Proteobacteria en heces. El estudio inmunológico reveló un aumento en la concentración de diversos inmunocompuestos relacionados con procesos antiinflamatorios y una progresiva disminución en la concentración de calprotectina, un biomarcador de inflamación.