Semiología onírica del sonambulismoimplicaciones patogénicas y clínicas

  1. Pareja Grande, Julia
Dirigida por:
  1. Juan Antonio Pareja Grande Director/a
  2. Domingo Palacios Ceña Director/a
  3. Mª Luz Cuadrado Pérez Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 18 de diciembre de 2018

Tribunal:
  1. L. Collado Yurrita Presidente/a
  2. Jesús Porta Etessam Secretario/a
  3. José Luis Dobato Ayuso Vocal
  4. José Antonio Arias Navalón Vocal
  5. Marta Pérez de Heredia Torres Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El sonambulismo frecuentemente se asocia con terrores nocturnos. Ambos pueden acompañarse de una ensoñación que pudiera ser coherente con la conducta desplegada y formar parte de la patogenia de los despertares parciales del sueño NOREM. Describir la semiología onírica del sonambulismo y su posible utilidad diagnóstica; identificar las categorías fundamentales de los ensueños de sonámbulos y su posible relación con la conducta ictal y la patogenia de los despertares parciales. Se utilizó metodología cualitativa, con un diseño fenomenológico. Se incluyeron pacientes adultos con alteraciones conductuales nocturnas que cumplían criterios clínicos de sonambulismo (International Classification of Sleep Disorders, ICSD-3), y recordaban ensueños ictales relacionados con sonambulismo o terror nocturno. Se descartaron otros trastornos del sueño mediante polisomnografía. La recogida de datos incluyó evaluación clínica, entrevista cualitativa, y documentos escritos por los participantes. El objeto de estudio fueron las descripciones literales de los ensueños y las conductas ictales. Se estudió la longitud de los relatos de ensueños y se identificaron las palabras más frecuentes. Se realizó un análisis descriptivo de los ensueños basado en: a) modelo de Hall & Van de Castle (1966) de contenido de los ensueños; b) escala de Orlinski de complejidad de los ensueños (Jouvet, 1992); c) modelo de Revonsuo y Salmivalli (1995) de rareza de los ensueños, y d) método de codificación de la amenaza de Revonsuo y Valli (2000). Participaron en el estudio 35 pacientes, 18 mujeres y 17 hombres. Se obtuvieron 116 relatos de ensueños y sus correspondientes conductas ictales. Setenta y un episodios cumplieron criterios de sonambulismo y 45 de terror nocturno. La extensión de los relatos presentaba una mediana de 15 palabras por relato y un rango entre 5 y 70 palabras (RIC 10-21). En el contenido de los ensueños, el 98% de los relatos mostraron emociones negativas. Predominaron las personas, seguidas de animales y seres extraños. Las principales conductas fueron huida, agresión y lucha. El 63% (n=73) de los ensueños estaban constituidos por una sola escena y el 24% (n=28) por una escena onírica coherente y detallada. El análisis de la rareza de los ensueños mostró que el 61% (n=71) correspondían al tipo 2 (elementos incongruentes), el 22% (n=25) al tipo 1 (no rareza) y el 17% (n=20) al tipo 3 (elementos vagos). La codificación de la amenaza mostró que en el 90% (n=105) el sujeto sufrió una amenaza, el 7% (n=8) no contenían amenaza, y el 2,5% (n=3) fueron no identificados. Las situaciones amenazantes más frecuentes fueron accidentes y desgracias, agresiones, y escape o persecución. Las conductas ictales del sonambulismo fueron en un 68% coherentes con la ensoñación (escape del peligro con salida de la cama). Los terrores nocturnos mostraron ensueños amenazantes, en un 35% con temática de atrapamiento o encerramiento y conductas generalmente expresadas en gritos agónicos y petición de auxilio en la cama. En nuestros pacientes sonámbulos hemos perfilado un fenotipo onírico característico, coherente con las conductas observadas. La semiología onírica ictal del sonambulismo podría tener una aplicación clínica diagnóstica. Los relatos de ensueños vinculados a sonambulismo o terror nocturno fueron breves, generalmente con una escena única y elementos incongruentes. El contenido reveló emociones negativas, presencia de una o varias personas, escenas de huida, agresión o lucha, y amenaza grave para el soñador. Los ensueños y conductas ictales de los pacientes sonámbulos podrían tener una función relacionada con la patogenia de los despertares parciales durante el sueño NOREM. Estos despertares podrían haber supuesto una adquisición evolutiva del ser humano, que le permitiría perfeccionar los mecanismos de defensa durante el sueño ante la presencia de situaciones y estímulos amenazantes.