Efectos metabólicos de la gastrectomía vertical laparoscópica en pacientes con obesidad mórbida

  1. OLLER NAVARRO, INMACULADA CONCEPCIÓN
Dirigida por:
  1. Jaime Ruiz Tovar Director/a
  2. Miguel Israel Oliver García Codirector/a
  3. Antonio Arroyo Sebastián Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad Miguel Hernández de Elche

Fecha de defensa: 15 de octubre de 2012

Tribunal:
  1. Rafael Calpena Rico Presidente/a
  2. Pablo Enríquez Valens Secretario/a
  3. Elena Martín Pérez Vocal
  4. Amalia María Rodríguez Bayón Vocal
  5. Manuel Ferrer Márquez Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 331615 DIALNET

Resumen

INTRODUCCIÓN La gastrectomía vertical laparoscópica (GVL) es una técnica restrictiva de reciente aparición. Diversos estudios han demostrado unos resultados aceptables a medio plazo, en términos de pérdida de peso, con una baja tasa de complicaciones, lo que la ha convertido en una técnica cada vez más utilizada en cirugía de la obesidad. Se ha observado que la cirugía bariátrica produce, además de la pérdida de peso, una mejoría o incluso curación de la diabetes mellitus tipo 2, así como una mejoría sustancial de la dislipemia. Esto ha llevado a considerar la cirugía bariátrica como una posible opción de tratamiento de estas patologías, en pacientes en los que no se consigue controlar con tratamiento dietético y farmacológico, desarrollándose así el concepto de cirugía metabólica. OBJETIVOS 1. Evaluar la mejoría de los parámetros nutricionales asociados al síndrome metabólico (glucosa, hemoglobina glicosilada, colesterol, triglicéridos, colesterol-LDL, colesterol-HDL, ¿) durante el seguimiento. 2. Analizar la evolución de las comorbilidades tras la pérdida de peso. 3. Correlacionar la mejoría de los parámetros nutricionales con la pérdida de peso. PACIENTES Y MÉTODOS Realizamos un estudio observacional retrospectivo de todos los pacientes diagnosticados de obesidad mórbida y sometidos a una gastrectomía vertical laparoscópica como tratamiento para la obesidad mórbida en el Hospital General Universitario de Elche durante el período comprendido entre 2008 y 2011. RESULTADOS EVOLUCIÓN DE LA PÉRDIDA DE PESO EN EL SEGUIMIENTO El peso medio preoperatorio fue de 117 + 13,7 Kg con un IMC medio de 51,2 + 7,9 Kg/m2. Un año tras la cirugía, el peso medio es de 71,7 + 8 Kg y el IMC medio de 27,7 + 2,8 Kg/m2, con una pérdida media de peso de 41,5 + 7,7 Kg. Tras 2 años, el peso medio es 69,2 + 11,4 Kg, el IMC medio 27 + 2 Kg/m2, con una pérdida de peso de 41,6 + 4,9 Kg. El porcentaje medio de pérdida de peso al año fue del 79% y a los 2 años del 80,9%. EVOLUCIÓN DE LAS COMORBILIDADES EN EL SEGUIMIENTO Tras la cirugía bariátrica, todos los pacientes diabéticos excepto 1 (83,3%) suspendieron su medicación hipoglucemiante al mes de la intervención. Todos los pacientes (100%) con hipertensión arterial pudieron suspender su medicación antihipertensiva a los 6 meses tras la operación. Los 2 pacientes con hipertrigliceridemia suspendieron su tratamiento hipolipemiante a los 3 meses de la intervención, sin embargo, en aquellos pacientes con hipercolesterolemia, la medicación no pudo suspenderse en ningún caso. La mejoría de las comorbilidades se mantuvo a los 24 meses de la operación. CAMBIOS EN LOS PERFILES ANALÍTICOS Los niveles de glucemia mostraron un descenso significativo a partir del 3º mes tras la operación (descenso medio de 20,7 mg/dl, IC 95% (7,3 ¿ 34,1); p=0,005). Los niveles de triglicéridos plasmáticos mostraron un descenso significativo a partir del 3º mes de la intervención (descenso medio de 54,2 mg/dl, IC 95% (32,8 ¿ 76,4); p=0,004) y los niveles de HDL-colesterol aumentaron de forma estadísticamente significativa a partir del año de la cirugía, respecto a los valores preoperatorios (aumento medio de 14,8 mg/dl, IC95% (6,6 ¿ 23); p< 0,0001). El índice predictor de riesgo cardiovascular (Triglicéridos / HDL-colesterol) también descendió de forma significativa desde 4,1 hasta 3,5 un año después de la intervención (descenso medio 1,4, IC 95% (0,5 ¿ 2,3); p=0,006). Una vez alcanzados los cambios estadísticamente significativos, los valores de glucosa, triglicéridos, HDL-colesterol y el índice predictor de riesgo cardiovascular se mantuvieron en el seguimiento dentro del rango de la normalidad. Antes de la cirugía, el 97,5% de los pacientes presentaba carencias de vitamina D y el 20% tenía niveles elevados de PTH. Al año de la operación, sólo 1 paciente (3,3%) presentaba déficit de vitamina D y niveles de PTH elevados. A los 2 años de la operación, los resultados eran similares a los obtenidos tras el primer año. Se observó una diferencia significativa entre los valores de vitamina D preoperatorios y los obtenidos al año de la intervención (aumento de 51,9 ng/dl, IC 95% (41.9-61.1); p<0.001). También se apreció una diferencia significativa en los valores de hormona paratiroidea (PTH) preoperatorios y a partir de los 3 meses de la cirugía (descenso de 16.8 pg/ml, IC 95% (10,6-45,6); p=0.004). CONCLUSIONES 1. La GVL consigue una reducción significativa de peso con pérdidas próximas al 80% del exceso de peso durante el 1º año postoperatorio y que se mantienen durante el 2º año. 2. La GVL se asocia a un descenso significativo en la glucemia y un descenso significativo en los niveles de triglicéridos a partir del 3º mes postoperatorio y un ascenso significativo en los niveles de HDL-colesterol a partir del año. Se observó un descenso del cociente predictor de riesgo cardiovascular (Triglicéridos / HDL-colesterol) a partir del año de la operación. Evidenciamos un aumento progresivo de los niveles de vitamina D y un descenso de los valores de PTH. Estos valores se mantienen 2 años tras la intervención. 3. Todos los pacientes hipertensos pudieron suspender su medicación a partir del 6º mes postoperatorio. La artrosis mejoró en todos los pacientes, suspendiendo la toma de analgésicos antes del 1º año postcirugía. Todos los pacientes con apnea obstructiva del sueño pudieron abandonar la CPAP a los 3 meses de la operación. A los 2 años de la operación, la pérdida de peso y la mejoría de las comorbilidades se mantiene similar a los resultados obtenidos después del 1º año 4. La mejoría en los valores de los perfiles glucémico y lipídico no se correlacionan con la pérdida de peso asociada.