El sueño de volarla máquina, el aeroplano y la arquitectura

  1. Martínez-Ridruejo González-Fierro, Ignacio
Dirigida por:
  1. Jesús Bermejo Goday Director

Universidad de defensa: Universidad Politécnica de Madrid

Fecha de defensa: 17 de septiembre de 2009

Tipo: Tesis

Teseo: 292575 DIALNET

Resumen

La denominada arquitectura moderna, aparentemente, nace sin forma definida: sin embargo, muy pronto la iconografía mecánica y la máquina de vivir como ideal moderno se convierte en un importante referente en su definición como se advierte en la obra de Frank Lloyd Wrigh, toni Garnier, Antonio Sant Elia, Walter Gropiou, Hannes, Meyer, le Corburbusier y Pierre Jeanneret. Erich Mendelsosn, los hermanos Vesnin, Ivan Leonidov, Casto Fernández-Shaw, George Vantongerloo, Mart Stam, Jean Prouvé y Bukminster Fuller. De todas las posibles transferencias técnico mecánicas que la historia cataloga, interesa aquí la relación establecida entre la máquina de volar y la naciente arquitectura moderna, un vínculo que comienza hace algo más de cien años, y que lejos de mantenerse en un plano exclusivamente conceptual va a determinar al menos tres planteamientos proyectuales con una importante carga formalista: en primer lugar la adaptación de piezas específiamente aeronáuticas al proyecto arquitectónico; seguidamente, la aplicación de la silueta del aeroplano como plantilla arquitectónica que ordena el espacio, una práctica aplicable tanto al diseño del proyectol arquitectónico como a la planificación de los nuevos desarrollos urbanos derivados de los postulados higiénico sanitarios de los CIAM. Finalmente, la relación culmina transformando la envolvente de la máquina de volar con sus alas, timones, motores, cabinas y demás utillajes en forma proyectual, como una gran flota arquitectónico aeromecánica con capacidad para albergar los usos más variados residencial, industrial, dotacional, terciario, de ocio e infraestructural. En nuestra opinión el recurrente interés de los arquitectos por reproducir las características de la máquina de volar se podría codificar con un nuevo etilo internacional de factura aeromecánica, un procedimiento iniciado en 1903, año del nacimiento del avión que desarrolla y consolida hasta los años treinta.