El reportaje inmersivo con vídeo en 360ºcaracterísticas, buenas prácticas y empleo por parte de los medios periodísticos españoles

  1. BENITEZ DE GRACIA, MARIA JOSE
Dirigida por:
  1. Susana Herrera Damas Director/a

Universidad de defensa: Universidad Carlos III de Madrid

Fecha de defensa: 05 de julio de 2019

Tribunal:
  1. José Alberto García Avilés Presidente/a
  2. María Luengo Cruz Secretario/a
  3. Antonio López Hidalgo Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 593225 DIALNET

Resumen

El reportaje inmersivo con vídeo en 360º: características, buenas prácticas y empleo por parte de los medios periodísticos españoles Desde 2015, la convergencia de una serie de tecnologías de inmersión, concretamente, las denominadas como gafas de realidad virtual y la tecnología de grabación de vídeo en 360º ha facilitado la aparición de una nueva modalidad periodística. Se trata del reportaje inmersivo con vídeo en 360º, una nueva variante de un género periodístico clásico en la que, a través de un sistema técnico compuesto por dos lentes estereoscópicas, se genera un escenario esférico basado en imágenes reales y con apariencia tridimensional que, además, ofrece un punto de vista itinerante y en primera persona. Esta representación elimina la distancia entre el espectador y el soporte que existe en otros medios, lo que facilita una mayor aproximación al contexto de la historia. Como resultado, la representación alcanza un alto grado de realismo y permite generar en el espectador la percepción de estar presente en el lugar del acontecimiento a pesar de saber que se encuentra ante una realidad mediada. Este potencial no ha pasado desapercibido para un número considerable de medios de comunicación que han incorporado este tipo de narrativas para mostrar los acontecimientos de tal modo que el propio espectador se convierte en un testigo directo de los hechos e, incluso, en su protagonista. Se retoma así el concepto de inmersión, de larga tradición periodística, con el propósito de satisfacer una necesidad clásica en la profesión: mostrar la realidad con el más alto nivel de exactitud, rigor y fiabilidad posibles. Junto a este tratamiento original y a esta mayor vinculación hacia el acontecimiento, el reportaje inmersivo con vídeo en 360º aporta otras ventajas. Algunos estudios recientes destacan, por ejemplo, la importancia que pueden ofrecer estos contenidos para mostrar nuevas perspectivas que puedan cambiar opiniones y comportamientos (Ahn et al., 2016). La producción del vídeo en 360º implica el uso de una nueva tecnología de captación de imágenes y plantea también la necesidad de consensuar nuevas reglas que difieren de los principios básicos que hasta ahora han regido el lenguaje audiovisual. A ello se suma un proceso de edición, también distinto del convencional, para componer el escenario esférico que singulariza a este formato (Owen et al., 2015; Lelyveld, 2015 y Jaunt, 2017). Ante este conjunto de peculiaridades, nuestra investigación persigue los siguientes objetivos: 1) Conocer el estado actual del reportaje inmersivo con vídeo en 360º: en qué consiste, qué tecnología requiere, quién lo produce, cómo se produce y cómo se distribuye. 2) Describir las características del reportaje inmersivo con vídeo en 360º que le distinguen como una variante propia del género clásico del reportaje, identificando de modo especial tanto los rasgos periodísticos que lo caracterizan como aquellos recursos narrativos capaces de generar inmersión. 3) Sistematizar una relación propia de buenas prácticas a la hora de producir reportajes inmersivos con vídeo en 360º que permita aprovechar el potencial que ofrece este formato. 4) Evaluar el empleo que los medios periodísticos españoles están haciendo del reportaje inmersivo con vídeo en 360º. A partir de estos objetivos, extraemos las preguntas de investigación. Optamos por preguntas y no por hipótesis ya que nos encontramos ante un fenómeno emergente, lo que hace difícil aventurar posibles relaciones entre las diferentes variables. Son las siguientes cuatro: PG1) ¿Cuál es el estado actual del reportaje inmersivo con vídeo en 360º? PG2) ¿Cómo se caracteriza el reportaje inmersivo con vídeo en 360º? PG3) ¿Cuáles serían las mejores prácticas para un aprovechamiento efectivo del potencial que ofrece el reportaje inmersivo con vídeo en 360º? PG4) ¿Qué empleo están haciendo los medios periodísticos españoles del reportaje inmersivo con vídeo en 360? Dada la escasa historia de vida con la que cuenta el formato, no pretendemos establecer conclusiones definitivas sobre el futuro de este tipo de reportajes, sino que nos conformamos con una panorámica descriptiva que sí nos permite, en cambio, valorar el empleo que los medios periodísticos españoles están haciendo de él. Junto a este análisis descriptivo, nos interesa también trascender la mera crítica mediante el aporte de una sistematización propia de buenas prácticas orientadas a producir este tipo de reportajes. Como acabamos de adelantar, se trata de un formato novedoso cuya producción no sólo requiere un sistema técnico diferente sino también conocer sus particularidades por cuanto modifican algunas de las reglas básicas de la grabación convencional. Además, nos interesa especialmente su tratamiento desde un punto de vista ético, básicamente, por dos cuestiones: por la facilidad con que pueden ser manipulados estos contenidos y por la alta capacidad persuasiva de estas narrativas que pueden dejar al espectador en un estado de vulnerabilidad que aconseja extremar todas las cautelas a este respecto. Dividimos la estructura general de la investigación en un total de tres capítulos. En el primero, abordamos nuestro objeto de estudio y establecemos un marco teórico para situar el periodismo inmersivo. Para ello, hemos recogido los principios básicos y las diferentes teorías en las que se fundamenta esta modalidad periodística. Puesto que su producción abarca un corto período de tiempo, ofrecemos también una breve historia sobre su origen y evolución y una presentación de algunas de las piezas paradigmáticas que han publicado medios de referencia de todo el mundo. Tras ubicar el marco teórico, el siguiente epígrafe del primer capítulo se orienta a caracterizar el reportaje inmersivo con vídeo en 360º desde una triple perspectiva: periodística, formal y psicológica. En el segundo capítulo, presentamos una guía de buenas prácticas para producir reportajes inmersivos con vídeo en 360º. Consideramos de suma importancia incluir este apartado, dada las novedades y la complejidad que aporta este formato y la escasez de manuales y reglas consensuadas que existen al respecto. Dividimos las recomendaciones en cuatro apartados atendiendo a los aspectos más relevantes. El primero se centra en la fase de pre-producción, donde hemos tenido en cuenta la importancia de elegir un buen sistema técnico de grabación y de edición, la de preparar la puesta en escena y la de procurar distribuir el reportaje por un canal adecuado. En el segundo y tercer apartado nos centramos en el proceso de producción que abarca tanto la fase de grabación como la de edición. Agrupamos estas recomendaciones en torno a dos dimensiones fundamentales. Por un lado, incluimos distintas prácticas orientadas a dirigir la atención del espectador dentro de la escena, ya que el control del punto de vista que otorga esta modalidad al espectador podría hacer que perdiera parte de la narración si mirase hacia otra ubicación diferente. Por otro, nos referimos también a los recursos narrativos que pueden favorecer una mayor inmersión e ilusión de presencia por parte del espectador. Además, incluimos un último epígrafe orientado a recordar al periodista una serie de principios éticos fundamentales como la necesidad de que los reportajes se ajusten a los principios de veracidad, objetividad y responsabilidad. En el tercer capítulo, damos respuesta a la cuarta de las preguntas de investigación. Para ello, realizamos un estudio de caso centrado en el análisis del empleo que los medios periodísticos españoles están haciendo de este tipo de reportajes. Lo hacemos a través de una metodología cuantitativa-cualitativa que incluye dos técnicas distintas: el análisis de contenido y la entrevista en profundidad. El análisis de contenido es una técnica de investigación que ha demostrado su validez y eficacia en investigación en comunicación. Con ella hemos podido obtener una panorámica general del uso que los medios periodísticos españoles están haciendo de esta modalidad. Puesto que no existe un modelo anterior para examinar el contenido de los reportajes inmersivos con vídeo en 360º, optamos por diseñar uno propio. Para ello, partimos de una nueva revisión bibliográfica, de las publicaciones de este formato en medios periodísticos y también de las observaciones formuladas por algunos de los expertos entrevistados. El código ha pasado por diferentes versiones y ha sido presentado en varios congresos. Además, lo hemos aplicado en distintos análisis que han sido publicados en varias revistas académicas. La versión definitiva que aquí presentamos se compone de 26 variables agrupadas en 3 dimensiones –periodística, formal y psicológica–, en línea con los propios objetivos de la investigación. Además, la evolución del código nos ha permitido extraer un nivel de inmersión de los reportajes a partir de otro modelo de medición que creamos recodificando las variables más vinculadas con la inmersión. En su diseño, también nos ha sido útil la valoración de un grupo de jueces expertos que nos ha ayudado a escalar el mayor o menor nivel de inmersión que generan algunos de los recursos que emplean este tipo de reportajes. Decidimos acotar temporalmente la muestra al periodo que va desde el 1 de enero de 2015 –año en el que este tipo de reportajes comienzan a producirse de un modo más estable– hasta el 31 de diciembre de 2018. El corpus quedó integrado por un total de 332 reportajes inmersivos con vídeo en 360º publicados por 23 medios periodísticos españoles. De forma paralela, completamos el estudio de caso con la elaboración de 11 entrevistas a expertos para triangular los resultados con los obtenidos en el análisis de contenido. Esto enriquece el análisis al tiempo que permite apreciar la labor que llevan a cabo estos profesionales, limitados por métodos tan básicos como el de prueba y error. Al margen de estas dos técnicas de investigación, la metodología que hemos seguido, sobre todo en los primeros dos capítulos, consiste en una revisión bibliográfica exhaustiva de la literatura sobre el tema. Apoyamos nuestra búsqueda en las varias bases de datos con las que cuenta la Universidad Carlos III de Madrid, así como en otras bases bibliográficas que contienen publicaciones de investigación de primer nivel publicadas en revistas en Web of Science, Scopus y Journal of Citation Reports. Completamos la búsqueda con consultas en Google Académico, Mendeley o Refworks. Agrupamos todas estas fuentes en cuatro apartados: a) Contribuciones centradas en la singularidad de la realidad virtual, por cuanto nos permiten adelantar algunas teorías para representar la realidad en entornos virtuales. b) Contribuciones vinculadas al estudio de la percepción humana en entornos virtuales, que estudian diferentes aspectos perceptivos en escenarios de este tipo. c) Literatura académica sobre los géneros periodísticos en general y sobre el reportaje en particular, para tratar de establecer paralelismos y diferencias respecto a nuestro objeto de estudio. d) Literatura relativa al estudio de las narrativas inmersivas. Junto a esta revisión bibliográfica, en nuestro afán de tratar de encontrar patrones comunes, hemos visionado más de 1.000 reportajes inmersivos con vídeo en 360º que han sido publicados por medios periodísticos de referencia de todo el mundo. En esta tarea nos ha resultado igualmente útil revisar la literatura profesional en revistas, webs, blogs y cuentas en redes sociales de medios especializados. Paralelamente, hemos realizado un seguimiento de las ferias, congresos y diferentes encuentros y eventos tecnológicos relacionados con esta tecnología. Además, hemos consultado las webs de todos los agentes implicados con esta tecnología: equipos de grabación (cámaras), edición, visualización (gafas) y plataformas de publicación. Aunque todavía nos encontramos en una fase temprana en la elaboración de este tipo de contenidos, advertimos que el reportaje inmersivo tiene una serie de características que lo convierten en una variante propia al generar en el espectador la ilusión de ser testigo o protagonista de una realidad representada. Esto le acerca más a los hechos y le aproxima a las circunstancias y a sus protagonistas de un modo más humano y significativo. Sin ser puramente disruptivo, este formato puede ser aprovechado para añadir una contextualización de los hechos que ayude a completar otras narrativas periodísticas basadas en la inmediatez y la brevedad. En todo caso, su adecuada producción requiere elegir correctamente el equipo técnico y conocer las nuevas reglas que plantea su grabación, edición y posterior distribución. Igualmente resulta necesario conocer qué recursos narrativos favorecen la inmersión, así como qué prácticas resultan más eficaces para dirigir la atención del espectador. También debe responder a los principios éticos de objetividad y responsabilidad al tiempo que exige del periodista un criterio veraz y equilibrado. En cuanto al empleo que los medios periodísticos españoles están haciendo del reportaje inmersivo con vídeo en 360º, éste es ambivalente y arroja luces y sombras. Los reportajes se distribuyen sobre todo a través de YouTube (en un 98,2% sobre el total de la muestra), duran menos de 5 minutos (82,8%), se orientan sobre todo a retratar contenidos culturales (38%) y procuran mayoritariamente mostrar los acontecimientos en un contexto mayor (41,9%). Desde un punto de vista inmersivo, los reportajes analizados priorizan la perspectiva en primera persona (82,5%) y evitan emplear recursos que evidencien la mediación, si bien sólo en un 36,1% colocan la cámara a la altura de los ojos del espectador. Además, el rol del espectador dentro de la narración se puede intensificar añadiendo elementos que fomenten su relación con los personajes y con el entorno representado. Con respecto a la continuidad del reportaje inmersivo, comprobamos un paulatino avance en las publicaciones entre 2016 y sobre todo 2017, si bien, en 2018 se ha producido un importante retroceso. Entre algunas de las posibles causas: la complejidad y el desconocimiento de las técnicas de producción, la inversión requerida en equipos, la falta de una audiencia consolidada que permita establecer un sistema para generar ingresos y, por último, la necesidad de disponer de un sistema para su visualización. A pesar de ello, encontramos un atisbo de luz a partir de la actividad de medios de referencia tanto nacionales como internacionales que continúan apostando por este formato. Algunas de las líneas de investigación que convendría seguir explorando en el futuro son i) continuar investigando las mejores prácticas para pre-producir, producir y post-producir este tipo de piezas, ii) llevar a cabo experimentos con grupos de personas para comparar qué elementos incrementan la sensación de presencia o iii) medir la mayor o menor empatía hacia determinados contenidos.