El conflicto temporal del espacio arquitectónico en la era del tiempo globalcronópolis

Resumen

Medimos el territorio por su extensión, el valor de la vivienda por sus metros cuadrados, el destino vacacional por la distancia, la devastación del Amazonas por sus dimensiones cartesianas o la belleza arquitectónica en relación con la geometría: el espacio domina la producción edificatoria y regula la materialidad de nuestros hábitats, definiendo los modos de vida, dibujando las fronteras y reduciendo la cotidianidad a distancias, volúmenes y áreas. Mientras tanto, el parámetro tiempo, el que realmente controla nuestras vidas, se ve relegado a un segundo plano, sumiso y simplificado. Hasta hace pocos años, la variable temporal tenía un significado puramente maquínico, por su capacidad para medir el mundo en múltiplos de años o segundos; la idea evocada era la de un tiempo vacío, que existía sin pertenecer a nadie ni a nada, pero afectando a todas las áreas de la existencia humana. En particular, la ausencia de la temporalidad en la construcción de nuestro mundo desde la arquitectura y la ingeniería, ha provocado la congelación de los hábitats humanos, generando un gran conflicto en su incapacidad por acompasarse con el tiempo natural y adaptarse a las diversas y cambiantes circunstancias de sus habitantes: en la actualidad, todos y todas bailamos al ritmo del vehículo a motor, como lo hacían nuestros abuelos. El análisis de las nuevas relaciones espacio-temporales revelan el conflicto entre una ciudad creada espacialmente pero atravesada por las nuevas temporalidades tecnológicas que viajan instantáneamente por las nuevas autopistas de la información, enterrando el espacio cartesiano. Se conectan todos los eventos de los ciudadanos en el tiempo, independientemente de los espacios habitados, disolviendo las dualidades clásicas que han regido la producción de arquitectura: día-noche, dentro-fuera, privado-público, artificial-natural, físico-digital… La nueva temporalidad tecnológica no sólo demanda un nuevo entendimiento de los hábitats humanos, sino de éstos en relación al resto del Mundo. La superposición de las múltiples capas temporales, requieren nuevos modos complejos de pensar espacio-temporalmente la arquitectura para reconectarla con las necesidades de sus habitantes y crear nuevos entornos inclusivos, diversos y sostenibles al compás de nuestro Planeta.