Sobre el Concepto de Contingencia en Arquitecturaprocedimientos para la definición del objeto contingente en Arquitectura

  1. Gelabert Amengual, Antoni
Dirigida por:
  1. Pedro Urzaiz Director/a
  2. Federico Soriano Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad Politécnica de Madrid

Fecha de defensa: 28 de junio de 2017

Tribunal:
  1. José González Gallegos Presidente/a
  2. Jacobo García-Germán Vázquez Secretario/a
  3. Manuel Bailo Vocal
  4. Amadeu Santacana Vocal
  5. Ignacio Borrego Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El Diccionario Filosófico de Cambridge, en su segunda edición editada por Robert Audi en 1999, define lo contingente como aquello que no es ni imposible ni necesario. El término contingencia se refiere, por tanto, a aquello que, pese a reunir todas las condiciones necesarias para suceder, puede acabar por no ocurrir. En la misma entrada del diccionario, más adelante se afirma que el concepto es sin duda aplicable a proposiciones, estados o eventos, pero se pone en cuestión que podamos referirnos a objetos contingentes. La investigación que se desarrolla a continuación bajo el título Sobre el Concepto de Contingencia en Arquitectura. Procedimientos para la definición del objeto contingente en Arquitectura pretende demostrar que el concepto de contingencia es aplicable también a objetos. Más concretamente, el trabajo trata de exponer cómo la construcción de esos objetos contingentes ha sido tarea fundamental de la práctica arquitectónica internacional más relevante de los últimos 30 años, en la que oficinas alrededor de todo el mundo han proyectado conscientes de la aleatoriedad de los entornos en lo que su producción se emplazaba. Desde principios de la década de los años 40 del siglo XX el tiempo pasó a ser una cuestión inevitable para la Arquitectura. La publicación de Espacio, Tiempo y Arquitectura por Sigfried Giedion, que podemos considerar hito en la construcción de un reconocimiento explícito al peso de lo temporal, en realidad no hacía más que respaldar la actitud temerosa con la que la Arquitectura se estaba aproximando a la cuestión, tratando de domesticar el tiempo en la interacción con su producción. El caso de Le Corbusier y su promenade architecturale resulta paradigmático en este sentido, y retrata la relación con el tiempo de un arquitecto que predicó en uno de sus manifiestos más significativos la ‘expulsión de las presencias contingentes’ en la construcción del espacio más elevado. Sin embargo el tránsito entre la década de los 80 y los 90 del mismo siglo trajo consigo una nueva actitud frente a la incertidumbre, que ya introduce lo temporal con todas sus consecuencias en el diseño del objeto arquitectónico. La Arquitectura ha desarrollado desde entonces una aproximación que reconoce lo eventual como una de las características que definen de forma más significativa el entorno en el que trabaja. Desde esa posición, las últimas décadas han visto construir prácticas que han hecho frente a ello no sólo sin renunciar a la condición objetual de su producción sino reforzándola, en un movimiento paradójico si atendemos a las reticencias expuestas al inicio. La investigación se aproxima a esta producción, ampliamente divulgada, con una metodología que se deriva de una lectura intencionada de la obra de Richard Rorty Contingencia, ironía y solidaridad. En el primer apartado del primer capítulo de su obra, titulado ‘La contingencia del lenguaje’, Rorty expone cómo a través de la acción de redescribir repetidamente algo aparentemente conocido, el lenguaje es capaz de señalar un nuevo interés y una nueva forma de proceder vinculadas. La propiedad dúctil del lenguaje permite utilizarlo en la construcción de ese nuevo campo a partir de la observación tangencial de prácticas sobradamente conocidas. De esta forma, se desarrolla un estudio de casos agrupado en un Manual de arquitectura contingente que recoge una muestra significativa de arquitecturas cuyo trato con la incertidumbre resulta especialmente relevante para el marco de interés definido en la tesis. El manual está ordenado según los procedimientos que el estudio ha revelado útiles para la definición de cada uno de esos objetos contingentes, que la investigación traslada conceptualmente desde el cuerpo de conocimiento empresarial dedicado a la elaboración de los ‘planes de contingencia’. El manual recoge prácticas extensamente difundidas como las de OMA, Lacaton & Vassal, SANAA (también tanto Kazuyo Sejima como Ryue Nishizawa en su práctica por separado), Diller Scofidio, OFFICE, Sou Fujimoto, Atelier Bow-Wow o incluso de artistas trabajando en propuestas radicalmente espaciales (y por tanto arquitectónicas) como Olafur Eliasson o Ann Veronica Janssens. Sus trabajos son vueltos a describir desde la construcción que proponen de objetos contingentes, y ordenados a través de las cuatro estrategias de continuidad que los ‘planes de contingencia’ describen: Centro frío, Centro caliente, Centro espejo y Centro móvil. Todo ello para construir una evidencia práctica de la existencia del objeto contingente en Arquitectura.