Oclusión bio-fisiolótica protectora en prótesis implantosoportada

  1. DIB ZAKKOUR, JUAN
Zuzendaria:
  1. Ibrahim Dib Zaitun Zuzendaria
  2. Francisco Javier García Criado Zuzendarikidea

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Salamanca

Fecha de defensa: 2023(e)ko urtarrila-(a)k 27

Epaimahaia:
  1. Rafael Gómez de Diego Presidentea
  2. Julio Herrero Payo Idazkaria
  3. María Josefa Maqueda Jiménez Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 789433 DIALNET

Laburpena

En contra de lo observado en dientes naturales, el implante no posee ligamento periodontal (LPD). Su mecanismo de unión con respecto al hueso es la anquilosis directa titanio-hueso (osteointegración) La falta de LPD conlleva una falta de mecnorreceptores o de mecanismos de absorción de impactos, que pueden derivar en una sobrecarga funcional y reabsorción ósea. El movimiento de un implante ante una carga en la misma dirección depende de la deformación del hueso alveolar. Además, la presencia de LPD permite la aparición de cambios a nivel radicular para sobreponerse a la carga excesiva. Estos cambios son visibles radiográficamente y reversibles si se elimina la causa. En el caso de sobrecargas implantológicas, estos cambios son irreversibles. La diferencia radica en el hecho de que cuando se revierte el trauma oclusal, los dientes naturales recuperan su movilidad normal, mientras que los implantes no sufren mejoría alguna. Si continuase el trauma oclusal se producirían microfracturas en el hueso circundante que acabaría por generar pérdida ósea en los márgenes implantarios, de forma irreversible. La mayoría de los modelos oclusales aplicados a los sistemas implantológicos proceden de los preexistentes en la dentición natural, sin cambios ni modificaciones aparentes